CAMBIOS parte II
LA BUENA FORMACIÓN - ASUNTO DE ECOLOGĺA
¿Si pudieras hacer un cambio, cual harías?
¿Cómo sabe usted que este es el cambio más apropiado para
usted? Pues justamente de esto trata este artículo.
La gente quiere hacer cambios pero no siempre deciden en
un cambio que sea bueno y apropiado.
A esto le llamamos un cambio “no ecológico”, o sea, no es
un cambio que esté alineado con el modelo del mundo de la
persona. No es un
cambio que esté alineado con los valores, las creencias y las
necesidades reales de la persona y su entorno, incluyendo otras
personas importantes en su vida.
En la
P.N.L. se le enseña al Practicante Certificado como ayudar al
“cliente” (cliente es la persona buscando ayuda) en la formación
de un cambio que sea ecológico.
Primeramente cuando se habla de cambio, se entiende de
cambiar un comportamiento o estado no apropiado (indeseado) a
uno mejor o más apropiado.
Generalmente los comportamientos (vamos a usar esta
palabra para tanto para comportamientos como para estados)
tienen una intención positiva para el cliente.
No siempre estamos conscientes de la intención, de hecho,
en la gran mayoría de los casos el cliente duda de que exista
una buena intención ya que no ven nada bueno en el
comportamiento indeseado.
Sin embargo no solamente tiene una buena intención,
también existe un aprendizaje que debemos derivar y conservar.
De no hacer esto nos corremos el riesgo de que el
comportamiento se vuelva a repetir nuevamente.
En la
buena formación de los cambios deseados se le ayuda al cliente
en lograr formar un cambio que cumpla con la “buena intención”
del comportamiento original (el no deseado).
Esto garantiza que esa “buena intención” se siga
cumpliendo pero con un comportamiento (o estado) más apropiado.
Antes de hacer ese cambio, es importante también
conservar los aprendizajes.
De no hacer esto lo más probable es que se vuelva a
repetir el viejo comportamiento.
¿Cómo
entonces se logra esto? Se logra mediante la formación de una
serie de preguntas construidas de cierta forma de tal manera que
en muchos casos al terminar la serie de preguntas ya el cliente
ha logrado el cambio.
Mientras se hacen esta serie de preguntas específicas se
presta atención a la estructura de las respuestas verbales y las
respuestas no verbales.
El estudio de cómo la gente hace cuando responden a las
preguntas es muy importante ya es aquí donde determinamos cuan
congruente son las respuestas.
Además la respuesta nos indica cual es el estado interno
o estructura profunda de la persona.
Un
ejemplo de esto es cuando hacemos la pregunta ¿Qué es lo que
quieres lograr?, si la persona responde “no quiero fracasar”,
sabemos que su estructura profunda es una de fracaso y de
esta forma no podrá lograr lo que realmente quiere.
Fíjese que en esta respuesta el cliente nos dice lo que
no quiere y no lo que sí quiere.
Debemos repetir la pregunta hasta que por medio de
frustración por repetición el cliente por fin nos dé una
respuesta estructuralmente correcta exponiendo lo que realmente
desea, por ejemplo: “quiero ser exitoso”.
Este tema lo
expandiremos la semana que viene donde le ofreceré una serie de
posibles preguntas y la intención de cada una de ellas. Mientras
tanto… ¿Qué es lo que usted quiere?
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